Portsmouth es una de las ciudades más atractivas de Inglaterra. Es una de las pocas que dispone de un animado y vibrante paseo marítimo, repleto de vida y actividad.
Es una ciudad que posee el equilibrio perfecto entre esplendor histórico y emocionante diversión. Un lugar fascinante para visitar, lleno de tesoros escondidos. Lo que hace más singular incluso a Portsmouth no es que sea el lugar de nacimiento de Charles Dickens, sino que es la única ciudad e isla a la vez de todo el Reino Unido.
Portsmouth se encuentra a orillas del mar, esto ha determinado el espíritu de la ciudad. Su astillero ha estado históricamente ligado a la Real Armada e Infantería de la Marina Británica, aún hoy, sigue siendo un gran astillero y base de la Royal Navy y de algunos de sus comandos. Es el hogar de tres de los buques de guerra más importantes jamás construidos por la marina británica, el HMS Warrior, el cual pertenece a la época de la Reina Victoria, el HMS Victory que fue el buque insignia de Lord Nelson y, el muy amado por el Rey Enrique VII, el Mary Rose, buque insignia de toda su armada. La visita a todos estos barcos, le aseguran un día fascinante y le transportará a tiempos pasados. Si desea una visión más profunda de la historia, podrá visitar el Museo del Mary Rose que muestra miles de objetos personales tanto domésticos como militares. También puede visitar el Portsmouth City Museum o el Royal Marine Museum, que le ofrecerán una mayor comprensión de la historia británica.
El mejor punto para empezar un paseo por la costa de Portsmouth no está exactamente en la costa sino a un par de minutos de la misma en High Street. Se trata de la Catedral Anglicana de Santo Tomás, una de las dos catedrales que tiene la ciudad, aunque realmente ésta es la única que vendrá a la mente de los locales si les preguntas por la catedral.
El edificio tiene una estructura bastante curiosa y poco habitual en una catedral debido a las muchas reconstrucciones que ha sufrido desde que fue construido como una sencilla iglesia. Tras visitarla y comprobar dichas modificaciones desde su interior lo mejor es continuar el camino en dirección sureste por Pembroke Road.
Justo al llegar al primer cruce se abrirán ante ti explanadas que ya no te dejarán durante tu paseo. La costa está cada vez más cerca y la segunda atracción de esta ruta a tu derecha. La Royal Garrison Church. Una iglesia que acaba de cumplir 800 años y que a pesar de haber sufrido grandes destrozos durante la Segunda Guerra Mundial aún conserva perfectamente su encanto. Más si cabe en esa situación extraña rodeada de tanto espacio verde vacío.
Dejando a tu espalda la iglesia y continuando dirección sur llegarás al Clarence Pier, un muelle con ambiente de parque de atracciones decadente -en cierto modo es lo que es hoy en día- que fue en su día el punto neurálgico de la planificación del Día D en la primavera de 1944. Tantos navíos se dice que había que podrías haber cruzado hasta la isla de Wight saltando de uno a otro. Al fin y al cabo su misión no era sencilla, acabar con las tropas de Hitler en Normandía.
Tras pasear por el muelle de Clarence puedes continuar tu ruta por el Clarence Esplanade, el paseo marítimo de Portsmouth. A tu derecha queda el mar, y en él, a lo lejos, verás un par de figuras redondas muy curiosas. Se trata de dos de los cuatro fuertes que protegían a Portsmouth de una posible invasión francesa y que fueron creados en el siglo XIX. A tu izquierda dejarás pasar un monumento conmemorativo bastante impactante que recuerda a los fallecidos en las dos grandes guerras del siglo XX.
La principal atracción de este paseo por Portsmouth que estamos dando llegar seguramente al final del Clarence Esplanade, cuando un faro nos muestra el Castillo de Southsea. Un castillo construido en 1544 por Enrique VIII que se encuentra rodeado hoy en día por dos atracciones.
Continuando en dirección este por el paseo marítimo llegaremos al segundo de los muelles que hay en la zona de Southsea de Portsmouth y en el cual terminaremos nuestro paseo, el South Parade Pier. Mucho más interesante que el primero en lo que a aspecto se refiere, es un lugar genial para contemplar el mar, helado en mano si es verano o con un café caliente en una fría tarde de invierno.
Es una ciudad con mucha vida, llena de galerías, museos, teatros y parques, así que nunca te quedarás sin nada que hacer. Si le apetece ir de compras, puede ir al centro de la ciudad donde encontrará una muestra de todas las tiendas de moda actuales. También es un lugar obligado el Gunwharf Quays en el puerto de Portsmouth, cuenta con tiendas y con una gran numero de cafés y restaurantes, así , como un cine y, por supuesto, la emblemática, Torre Spinakker (nominado como mejor atracción de ocio en el Reino Unido 2012). El Torre Spinakker (que es de 175 metros de altura) cuenta con 3 plataformas, la más alta es de 110 metros, y todas ofrecen impresionantes vistas de la costa de Portsmouth, y por la noche es impresionante, ya que está iluminado y es una experiencia mágica.
Lo cierto es que si visitas Inglaterra no debes dejar pasar la oportunidad de visitar Portsmouth, no le decepcionará.